La rosácea es una afección crónica caracterizada por un enrojecimiento de la piel que se asemeja a las quemaduras solares. El enrojecimiento causado por la rosácea a menudo aparece y desaparece al principio, pero con el tiempo se vuelve duradero. La rosácea puede ser provocada por una variedad de factores desencadenantes, como el calor, la cafeína o el estrés.
Los médicos pueden determinar si sus síntomas son causados por la rosácea u otra afección, así como el tipo de rosácea que puede estar afectando su piel. Hay cuatro tipos de rosácea, aunque muchas personas experimentan síntomas de más de un tipo. A continuación, presentamos los 4 tipos.
Rosácea eritematotelangiectásica
La rosácea eritematotelangiectásica se caracteriza por un enrojecimiento persistente en la cara. Los pequeños vasos sanguíneos debajo de la superficie de la piel pueden agrandarse y verse; estos síntomas suelen estallar y luego desaparecer. Sin tratamiento, el enrojecimiento puede volverse más persistente, cubrir más piel e incluso volverse permanente.
Rosácea papulopustulosa
La rosácea papulopustulosa se asocia con pústulas de "puntos blancos", que son imperfecciones llenas de pus y protuberancias rojas e hinchadas. Estos suelen aparecer en las mejillas, el mentón y la frente y, con frecuencia, se identifican erróneamente como acné . También pueden aparecer enrojecimiento y rubor facial. La rosácea papulopustulosa severa puede causar más de 40 imperfecciones que pueden tardar mucho en desaparecer. También pueden aparecer imperfecciones en el cuero cabelludo, el cuello o el pecho.
Rosácea fimatosa
La rosácea fimatosa hace que la piel se vuelva más gruesa y cicatrice, lo que la hace irregular, hinchada y, a veces, decolorada. Este tipo raro pero tratable afecta con mayor frecuencia la nariz, lo que a veces se denomina nariz bulbosa o rinofima, y aparece con más frecuencia en hombres que en mujeres.
Rosácea ocular
En la rosácea ocular, los síntomas afectan los ojos y hacen que se vean llorosos o inyectados en sangre. Puede haber una sensación asociada de ardor o irritación en sus ojos. La rosácea ocular puede causar ojos sensibles y secos de forma persistente, y se pueden formar quistes en los párpados. Los síntomas oculares de la rosácea pueden ser más comunes de lo que se pensaba, porque la conexión entre los síntomas de la piel y los ojos puede pasarse por alto fácilmente.
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